Host - MINI TILT- Vertedor de vino oxigenante

PRODUCTOS VINÍCOLAS HOST

El amor por el diseño innovador aplicado al mundo del vino es la estrella que guía a Host. El resultado es una línea de productos tan bella como funcional. Las formas y líneas de los objetos están pensadas para combinar el placer de lo bello con la comodidad de lo útil; el envasado es fresco y cuidado en cada detalle; el espíritu es atento y sensible para realzar las cualidades del vino. Cada copa de vino tiene su propia historia que contar, una sonrisa que recordar y un sabor que es suyo y sólo suyo. Host quiere acompañar todos estos momentos y ser cómplice de quienes quieren disfrutar del vino en toda su esencia.

La marca Host es propiedad de la empresa estadounidense True Fabrications, fundada en Seattle en 2003 por un trío de amigos universitarios amantes del vino y preocupados por el diseño. -Hoy en día, la empresa es uno de los principales distribuidores mundiales de productos innovadores para el vino y un punto de referencia para miles de profesionales del sector. SIN BPA -Todos los productos Host NO contienen BPA, Bisfenol A, que es perjudicial para la salud y se encuentra en la mayoría de los productos de plástico. -TWIST Host Mini Tilt es la solución perfecta para airear su vino esté donde esté. En casa, con amigos ¡e incluso de viaje! ¡Incline, oxigene y guarde! -CÓMO UTILIZAR EL MINI TILT -Aplique el Mini Tilt a su botella, sirva y... ¡cierre el corcho! -Además de airear el vino, podrá conservarlo con un mínimo esfuerzo y preservar todas sus cualidades. Al igual que el Tilt, el Mini Tilt le permite elegir la oxigenación que mejor se adapte a su vino: cuanto más incline, más oxigenará. -Inclinación débil (0-45°) = ligera aireación -Inclinación moderada (30-60°) = aireación normal -Inclinación fuerte (45-90°) = fuerte aireación OXIGENA EN LA FORMA CORRECTA La correcta aireación del vino suaviza los taninos y permite potenciar los aromas. Cada vino necesita la cantidad correcta de oxígeno para expresar todo su potencial. En general, se aplica la regla de que un vino de crianza aún joven necesita más oxigenación para poder liberar plenamente todos sus aromas; un vino de crianza, en cambio, necesita una oxigenación más suave para que conserve las notas afrutadas residuales y el vigor que ha soportado durante el proceso de envejecimiento.